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sábado, 14 de abril de 2012

¡RESUCITÓ! ¡¡ALELUYA!!

 
¡Aleluya! este grito de júbilo es  el que resuena desde hace una semana en nuestros corazones. Jesús ha vencido a la muerte y VIVE entre nosotros. Nos encontramos en tiempo de Pascua, cincuenta días que nos llevarán hasta la fiesta de Pentecostés en la que celebraremos la venida del Espíritu Santo. 

 Por delante tenemos  un tiempo fantástico para recordar todo lo enseñado por Jesús y para tomar conciencia de su llamada.

 ¡Sí! a ti también te llama, por tu nombre para que le sigas y anuncies a todos los que te rodean su palabra. ¿Cómo? pues con tu vida diaria como todos. 

Cada uno debe ser testigo en la vida diaria con la familia, la escuela, los amigos...en los pequeños  gestos que están en nuestra mano. Cuando ayudas en casa o al compañeros estás amando como Jesús, cuando perdonas al que te hizo mal, amas como Jesús... cuando recoges tapones para ayudar al que lo necesitas amas como Jesús. 

No es necesario grandes demostraciones, sino el día a día. Puedes dar testimonio perdonando al que se portó mal contigo y tal vez con tu actuación buena se dé cuenta de su error y cambie. ¿No sería estupendo? Todo es cuestión de amar como El nos amó. ¿No crees? ¡Ánimo!